Una eventualidad que se producirá si no empatan y si el Benfica cae derrotado en Tel Aviv en el otro encuentro del grupo.
Pero ante todo, el duelo de Gelsenkirchen medirá a dos formaciones en pleno proceso de recuperación tras un inicio de temporada desastroso.
Los germanos parecen encontrar, poco a poco, su identidad, como demuestra la goleada lograda en la pasada jornada liguera contra el Werder Bremen (4-0).
Una de las claves parece haber sido la decisión del entrenador, Felix Magath, de renunciar al rombo en el medio campo para apostar por dos jugadores ofensivos que llegan por las bandas, Edú por la izquierda y Jefferson Farfán por la derecha, para alimentar de balones a Raúl y a Klaas-Jan Huntelaar.
El sacrificado en ese cambio de sistema ha sido el ex atlético José Manuel Jurado. Con el nuevo sistema, según ha dicho Magath, no resulta problemático que Raúl se deje caer en ocasiones al centro del campo, pues en esos momentos Edú asume su posición en la línea de ataque.
La defensa también parece haberse encontrado a sí misma. Contra el Bremen jugó un partido sin errores.
En la Liga de Campeones las cosas han marchado hasta ahora mejor que en el torneo doméstico lo que le permite al Schalke tener esperanzas de lograr la clasificación con una victoria en casa.
El Lyon también remonta en su campeonato, tras haber llegado a coquetear con los puestos de descenso, lo que colocó a su entrenador, Claude Puel, en el punto de mira de aficionados y prensa.
El equipo francés va recuperando su mejor imagen y la victoria frente al Lens (3-1) del pasado fin de semana despeja algunas dudas, aunque el equipo dejó entrever fases de juego poco alentadoras.
El propio técnico reconoció que durante el primer tiempo se vio la peor cara del equipo, antes de que una reacción les permitiera firmar uno de sus mejores segundos periodos del año.
Una dualidad que parece marcar la temporada del Lyon, con sus figuras agotadas, con un esquema que no ofrece seguridad pero con chispazos de gran altura.
Muchos de los cuales se han producido en la competición continental, lo que le permite liderar el grupo y tener muchas esperanzas de conseguir el pase a la siguiente fase.
El técnico medita dejar en el banquillo a dos de sus principales figuras, el centrocampista Yohan Gourcuff y el delantero argentino Lissandro López, su estilete de ataque.
Recién recuperado de una lesión, no está para rendir al cien por cien cada tres días, argumenta Puel, que sabe que recuperar puestos en liga es ahora más urgente que garantizarse el pase para octavos que corre menos peligro.
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