Derek Jeter es un campocorto en decadencia que viene de tener una temporada por debajo del promedio. Sus habilidades sólo prometen disminuir en los próximos tres o cinco años, porque ésa es simplemente la forma en que opera el cuerpo humano.
A pesar de todo, ahí está Jeter, tratando de usar su figura y mística para chantajear a un equipo de los Yankees al que supuestamente representa. Se llama avaricia y es injusta. Y contrario a lo que mi colega Alden González piensa, los Bombarderos deben seguir con su postura firme y no ceder ante su capitán.
En cualquier otro mercado, en otro escenario, un pelotero con la edad y atributos de Jeter exigiendo la cantidad de años y dinero que supuestamente está pidiendo sería un ridículo, como una burla. Porque, si analizamos bien la situación, lo que Jeter supuestamente busca - entre $23 y $25 millones por temporada y entre cuatro y seis temporadas, dependiendo de lo que se ha rumorado- es una burla para el actual mercado de Grandes Ligas.
Aun así, existen aquellos que insisten en que Jeter significa tanto para los Yankees y que ha hecho tantas cosas para promover el uniforme a rayas que debería obtener lo que quiere.
Obviamente, estas personas no son las mismas que tendrían que firmar los cheques a nombre de Jeter.
Sí, los Yankees cuentan con el poder económico con el que otros equipos sólo soñarían. Y sí, generalmente están dispuestos a pagar de más para obtener lo que quieren, porque eso se ha convertido en "La manera de hacer las cosas de los Yankees".
Pero lo que Jeter y su agente, Casey Close, están exigiendo va más allá del sobrepago y se aloja en lo ridículo. Una cosa es pagarle de más a un jugador en la cima de su carrera y otra es hacerlo con un jugador que ya está en declive.
Si bien Jeter se ha caracterizado por mantener una imagen limpia y respetada a lo largo de 16 años, lo que ahora pretende está fuera de la realidad. Sí, es la cara de los Yankees, pero no es más grande que los mismos Yankees. Sin embargo, la clase de contrato que su agente pide nos hace suponer que piensa lo contrario, y eso luce más como una bofetada para el nombre de los Yankees que cualquier cosa que los Mulos estén poniendo sobre la mesa en este ridículo melodrama.
Este es uno de los momentos más raros en el cual los Yankees están oponiendo algo de resistencia económica. Y con mucha razón. Si bien Jeter ganó controversialmente el Guante de Oro esta temporada, ya no es el mismo shortstop de antes y su alcance lució mermado. Ya no será, o al menos ya no debería jugar en el campocorto.
Probablemente ya no será más un primero o segundo bate. Ofensivamente, Jeter tuvo un porcentaje de embasarse más slugging de .710 (OPS) y un OPS+ de 90 la temporada pasada. Quizás esa sea una anomalía. Quizás sea el comienzo de un serio declive. Yo digo que es lo segundo, porque, una vez más, estamos hablando de un pelotero de 36 años.
Si Jeter recibiera un contrato de cinco o seis temporadas - uno que lo mantendría activo hasta la edad de 42 años- los fanáticos saldrían a celebrar a las calles.
Sí, me refiero a los fanáticos de los Medias Rojas.
Por supuesto, sabemos que eso no sucederá. Lo que es frustrante de la atención que esta novela está generando es que estamos conscientes de cómo terminará, y lo hemos estado por meses. Jeter y los Yankees arreglarán sus diferencias al final. Llegarán a un acuerdo entre la ridícula exigencia de Jeter y la supuesta oferta de los Yankees por tres años y $45 millones.
Obviamente, Jeter no está necesitado de dinero. Ha llegado hasta este punto porque quiere probar algo. Ha visto lo que los Yankees le han pagado a Alex Rodríguez, CC Sabathia y Mark Teixeira, y ahora quiere demostrar que él también vale lo mismo. Los peloteros tienen el derecho de exigir un valor en el mercado basados en lo que han recibido otros peloteros. Pero los equipos también tienen el derecho de evitar pagar cantidades estratosféricas meramente para preservar un "legado".
No hay que hacer de esto un asunto de respeto para una vaca sagrada. Se trata solamente de una negociación entre un equipo y un jugador, así de sencillo. Y si Jeter se ve renuente a recibir algo menor a los $23 millones por año, entonces los Yankees deberán pedirle que busque lo que quiere por otro lado.
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