En el Hotel de la Reconquista, ante cientos de espectadores, Guardiola ha expuesto que meditar sobre cómo jugará el otro equipo, como en el ajedrez, es la parte más importante y "bonita" de ser entrenador y que todo lo demás "es secundario".
"Hago lo que siento", ha dicho Guardiola para señalar que le da más importancia a la intuición que a la lógica a la hora de, por ejemplo, hacer un cambio de jugadores durante el partido.
"Uno se hace un poco mayor y a ganar o perder se le da mesura (...) habiendo perdido a veces me quedo más satisfecho que habiendo ganado", ha destacado.
Guardiola, que ha dicho que no tiene "libros mágicos", ha resaltado que nunca criticaría públicamente a un jugador suyo. "En el momento que le fallo a alguien, ya lo he perdido", explicó.
Ha aseverado que si su equipo pierde siempre piensa que es porque ha sido él quien no ha sabido trasmitir las ideas a los jugadores, y que nunca es culpa de éstos.
Guardiola cree que en un equipo caben cuantos ''egos'' sean y que a cada jugador hay que tratarlo de forma diferente.
De que el argentino Leo Messi es el número uno no le cabe duda a Guardiola, que ha dicho que "hasta en Asturias lo saben" y que "lleva el peso de ser el mejor del mundo a sus espaldas".
Guardiola, que ha dicho que la "manera" de jugar que impulsaron Cruyff y Rexach es una idea que no piensa traicionar, ha señalado que nunca echa una bronca en los descansos cuando van perdiendo, pero a veces sí cuando van ganando.
Guardiola ha comentado que les ha dicho a sus tres hijos que le pueden echar cualquier día del puesto de entrenador, cuando pierdan, y que el día que perdieron contra el Hércules, le preguntaron: "¿Te han echado ya?"
Ha manifestado que para estar con su mujer e hijos tiene mucho tiempo, pero que su "problema" es que a veces está con ellos y en su cabeza está "el extremo izquierda del equipo contrario".
Ha preferido no opinar sobre la polémica entre Manuel Preciado, del que ha dicho que le tiene "mucho cariño", y José Mourinho o sobre si le gustan los métodos del entrenador madridista, con la misma respuesta: "Hoy es mi día de fiesta".
Sobre Mourinho se ha limitado a recordar que le ayudó mucho en sus inicios como jugador cuando el portugués era ayudante de Robson en el Barça.
Guardiola ha dicho que apenas guarda camisetas u otros objetos como recuerdos, que se los da a su padre y él prefiere llevarlos "en la cabeza y el corazón", y que la acusación de dopaje en el Brescia fue el peor momento de su vida, aunque le "ayudó mucho".
Respecto a las relaciones de Cataluña con el resto de España, Guardiola ha dicho que no comprende por qué está "instaurada una medio confrontación" o por qué una bandera catalana es "peor vista" que una asturiana.
"Al final somos tan parecidos", ha dicho Guardiola, que ha asegurado que el bilingüismo en Cataluña se lleva "con total naturalidad" y que España tiene una gran "potencia" al tener varias lenguas.
En el Hotel de la Reconquista, donde se entregaron los Premios Príncipe de Asturias y él no dejó venir a sus jugadores porque al día siguiente tenían partido, Guardiola ha subrayado: "Si llega a ser dos días antes, hasta yo vengo".
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