Cuando Detroit anunció la firma por cuatro años y $50 millones del receptor venezolano Víctor Martínez la semana pasada, no requirió de mucho análisis saber que Magglio aún encajaría bien en Detroit.
El presidente y gerente general, Dave Dombrowski, notó que con las posiciones de bateador designado y el infield ya resueltas, y Ryan Raburn proyectado para tener un mayor papel en el jardín izquierdo, el jardín derecho era el lugar donde podía hacer una maniobra para adquirir a un toletero derecho que produzca carreras. Los Tigres aun tienen espacio en su nómina, pero hasta cierto punto limitado después de llevar a cabo cuatro firmas con valor de casi $90 millones hasta ahora.
El manager Jim Leyland, mientras tanto, dijo que no quiere hablar todavía del lugar que tomará Martínez en el lineup hasta que el roster tome forma para el arranque del Entrenamiento Primaveral.
Ordóñez dijo el mes pasado según el reportero venezolano Augusto Cárdenas que un regreso a Detroit sería su primera opción. Su agente, Scott Boras, le ha dicho a Foxsports.com y MLB.com que el tobillo operado de Ordoñez está sano y que el toletero se encuentra ahora bajo su plan normal de ejercicios de receso de temporada. Mientras que se supone que Ordóñez probará el mercado, el jardinero agente libre de más prestigio este invierno después de Carl Crawford y Jayson Werth, existe una razón para pensar que pocos equipos lo valorarán tanto como Detroit, donde el venezolano ha triunfado.
"Magglio Ordóñez es parte fundamental del liderazgo de los Tigres de Detroit", dijo Boras mediante una conversación telefónica a principios de esta semana. "Con las firmas recientes, Magglio es pieza importante en la producción de un Martínez y un Cabrera".
Suena como un complemento natural. Aun así con la agresividad mostrada por los Tigres este invierno, la situación todavía tiene todas las señales de un largo cortejo antes de que Ordóñez potencialmente termine de regreso en Detroit. Mientras que los Tigres se han mantenido en contacto con Boras, se dice que un acuerdo todavía está lejos de concretarse. La forma en la que el mercado actual se está desarrollando, tanto para Ordóñez y Detroit, lleva a pensar que si bien un acuerdo sería lo más adecuado, no tiene sentido para ambos apresurarlo.
Un pacto entre ambas partes hubiera sido casi inminente de no haber sido por la fractura de tobillo que le puso fin a la temporada de Ordóñez a finales de julio con un promedio de bateo de .303, 12 jonrones y 59 careras producidas. La forma en que el venezolano estaba bateando nos dio razones para pensar que terminaría la campaña con los tunos al bate suficientes para automáticamente ejercer su opción para el 2011 con un valor de $15 millones. En cambio, su salario pasó a ser parte de los alrededor de $60 millones que se liberaron de la nómina, dejando el camino libre para que los Tigres realizaran varias firmas millonarias este invierno.
Boras dijo el mes pasado que ya ha recibido varias llamadas mostrando el interés en Ordóñez. Al menos parte de ese interés se cree que proviene de equipos que no estarían muy interesados en contratar al ex toletero de los Filis Jayson Werth. Una vez que Werth y Crawford firmen, la única opción solida en los jardines este invierno sería Ordóñez.
Se cree que Ordóñez busca un trato por dos temporadas. Aunque algunos equipos preferirían ir año con año en lo que ha contrato se refiere con el jardinero de casi 37 años de edad.
Los Tigres podrían esperar a ver cómo se desenvuelve el mercado con Werth y Crawford antes de tratar de firmar a Ordóñez, o incluso ir tras un jardinero agente libre de menor perfil o tratar de hacer un canje por otro pelotero. Detroit también podría optar por no contratar a nadie y dejar que Brennan Boesch y Casper Wells compitan por el puesto en el jardín derecho. Pero al final, firmar a Ordóñez tendría mucho sentido para ambas partes.
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